sábado, 3 de febrero de 2007

Refleccionemos por Martín

La reflección es producto de un crecimiento personal donde entran en juego los derechos y las obligaciones que tenemos como personas. Somos ciudadanos y esos nos identifica como parte de un lugar. En nuestra ciudad ocurrió la muerte de un joven que tenía su vida recien empezada a vivir. Sueños, expectativas, ilusiones, quedaron rotas por un sistema violento apoyado y defendido por las autoridades vigentes. La vida se transformó en solo una estadística sin tener en cuenta que todos, chicos, adolescentes, adultos y ancianos tenemos la vida como prioridad. No olvidemos y refleccionemos para ayudar a aclarar este asesinato.
Transcribimos un llamado de los que hoy están sufriendo por la pérdida de su hijo.
A DOS MESES

DEL ASESINATO DE

MARTÍN CASTELLUCCI





Martín tenía 20 años y toda la vida por delante junto a nosotros. Fue golpeado por los empleados de Atilio Amado en el boliche “La casona” de Lanús el pasado 3 de diciembre. Murió tres días después a causa de los golpes recibidos esa noche.


Ahora sólo nos queda extrañarlo tanto como lo amamos, pelear por la condena de sus asesinos y para que su muerte no haya sido en vano.

Había ido simplemente a bailar, a divertirse (como lo hacés vos, tu amigo o tu hermano; como lo hacen tus hijos), y fue otra víctima más de la discriminación (lo golpearon por ser solidario con un amigo al que no había dejado entrar al local por ser de tez un poco más oscura) y de la violencia sin sentido de una sociedad en la que parece no haber otro valor más importante que el lucro.

Nosotros estaremos siempre orgullosos de él y por eso tenemos fuerzas para luchar.

De la muerte de Martín hay muchos responsables, pero hay un solo detenido al que se le dictó la prisión preventiva por homicidio simple (le corresponderán de 8 a 25 años de prisión) porque, según el Juez de la causa: “le aplicó golpes en la cabeza (a Martín) con la evidente finalidad de darle muerte, causándole lesiones que resultaron causa directa y determinante de su deceso”. Pero, ahora, los que defienden al imputado han apelado esta decisión y pretenden que se le otorgue la libertad… Nosotros creemos que EN UNA SOCIEDAD JUSTA LOS ASESINOS DEBEN ESTAR PRESOS, por eso les reclamamos a los jueces que sean justos, que respeten nuestro dolor y que escuchen el clamor de la gente:




NO A LA EXCARCELACIÓN DEL ÚNICO IMPUTADO POR EL CRIMEN




Pedimos también que la causa avance con el procesamiento de todos los involucrados en el asesinato y que se les aplique el máximo castigo que prevea la ley a todos los culpables.




Si los policías de la 1ª de Lanús que arrastraron a Martín del lugar (en lugar de atenderlo y defender sus derechos) fueron sumariados y pasados a disponibilidad y “La Casona” fue clausurada definitivamente, nos preguntamos por qué, si después de Cromañón, Chabán está preso y procesado, Atilio Amado sigue llenándose los bolsillos de plata con sus boliches de la costa y el exterior.




POR LA MEMORIA DE MARTÍN, LUCHEMOS POR UNA SOCIEDAD

EN LA QUE LA VIDA SEA MÁS IMPORTANTE QUE LA PROPIEDAD PRIVADA

Y LOS INTERESES DE LOS PODEROSOS.




Como siempre, decimos

“Más que los actos de los malos,

nos horroriza la INDIFERENCIA DE LOS BUENOS”




Sus papás, sus hermanos, sus familiares y sus amigos / febrero de 2007

(Si querés acompañarnos, comunicate con nosotros: oscar@castellucci.com.ar)




Gracias a las personas y a las instituciones que no optaron por la indiferencia y se comprometieron con nuestro dolor. En particular, a la Asociación Artistas Independientes del Sur (AIS); a la Secretaría de Derechos Humanos y al Centro de Protección de los Derechos de la Víctima (CPV) del gobierno de la provincia de Buenos Aires; al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y al Programa Anti Impunidad, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación; y a la Universidad Nacional de Lanús.







PREGUNTAS CON RESPUESTAS QUE SÓLO TENÉS VOS




¿Por qué si todos lo sabían, nadie se enteró nunca de que en “La casona” se discriminaba aberrantemente, se golpeaba con violencia a los chicos todos los fines de semana, no se cumplía ninguna de las escasas normas legales establecidas, no se controlaba la edad ni la cantidad de los chicos que entraban al local, se vendía alcohol (¿y drogas?), se violaba y se estimulaba la prostitución? ¿Por qué la policía nunca vio nada? ¿Por qué los inspectores municipales nunca detectaron una mínima infracción? ¿Por qué impunemente nunca prosperó ninguna causa judicial contra el dueño del local? ¿Fue sólo por la connivencia policial, judicial y política? ¿Estás seguro?

¿Era necesario que Martín tuviese que ser asesinado para que las cosas empezaran a cambiar? ¿O ni siquiera alcanzará con su muerte absurda? ¿Cuántos otros chicos tendrán que morir, entonces, para terminar con esto? ¿Tan metido adentro tenemos todavía “el no te metás”, “por algo habrá sido” y “el silencio es salud”? ¿Tan entrenados estamos en mirar para otro lado que no somos capaces de ver?

¿No te das cuenta de que, por ese camino, la próxima víctima podés ser vos?




Leé la siguiente “declaración” y reflexioná.

Es la transcripción textual del testimonio que le dio a la televisión (a América) una testigo directa del asesinato de Martín (estaba a su lado cuando lo golpearon hasta matarlo):

…Y Martín después de 45 minutos que hicimos la cola agarra, se acerca y dice: “¿Cuándo va a avanzar la cola? Hace un montón que estamos acá, hace una hora que estamos acá esperando...”. Y el patovica le agarra la oreja izquierda y le dijo, agarró y le dijo: “Salí para afuera” y le agarró la oreja. Y Martín lo único que hizo fue agarrar, acercarse y le dijo: “¿Por qué me tiras la oreja?”. Y ahí agarró y fue el patovica….sin decirle a … agarró y le pegó... una piña, le pegó … eh, primero en la mejilla derecha, que le … lo sacudió todo y después agarró le pegó otra en la parte izquierda, y ahí fue cuando Martín voló, porque fue que voló Martín de la trompada que le dio. Martín cayó al piso con la cabeza directamente y en la vereda están las gotas de sangre, no sé si ahora pero estaban, le rompió la cabeza, le rompió el cráneo y lo dejaron tirado

¿Vos a cuántos, a cuántos metros estabas de la escena de los golpes?

Estaba a cinco pasos de Martín.

¿Cuándo le pegaron vos estabas a cinco pasos?

Martín estaba la misma distancia que estás vos ahora….




Pero esta testigo -que no tuvo problemas en hablar frente a las cámaras de televisión- hasta ahora, no se ha presentado ante la Justicia para declarar (¿por qué?). Y no es la única que estuvo “a cinco pasos de Martín”. Muchos presenciaron el asesinato. Sólo dos pibes tuvieron la valentía de llamarnos para colaborar con nosotros.




Si estuviste el 3 de diciembre en “La casona” y fuiste testigo de lo que pasó, tu testimonio es fundamental para terminar con la impunidad. Si en “La casona” alguna vez te discriminaron o fuiste víctima de agresiones (no importa cuánto tiempo haya pasado), danos una mano. Si sabés o conocés cualquier irregularidad que se haya cometido allí, no tengas miedo de contarlo.

Ponete en contacto con nosotros, escribinos a oscar@castellucci.com.ar




No nos dejes solos en esta pelea. No seas cómplice por omisión.

No te olvides nunca de lo que pasó ni por qué pasó.

Si no lo hacés por Martín, hacelo por vos.